Parece que fue ayer,
y es que lo fue, hace relativamente poco, cuando me estrené con las cenas a
domicilio. Creo que soy demasiado exigente conmigo mismo... Tocó Mairena del
Aljarafe, una casa, diez personas…para mí…algo totalmente nuevo.
¿Qué útiles tendrían
en casa?, ¿Dónde voy a emplatar?, ¿Quiénes son?, ¿A dónde voy?. Llame al ya mi
amigo Alejandro para que me echara una mano a la hora del servicio, un acierto,
pues es ahora el que me acompaña a todos los domicilios. ¿Qué haría yo sin él?,
no he visto persona más trabajadora en tan poco tiempo de relación. Un día
claramente le dedicaré un Post, pues merece que los conozcáis.
Cuando llegué al
domicilio vi que tenía una gran cocina, un garaje para emplatar, un gran frigorífico,
todos los útiles necesarios para que el día fuera estupendo. Y así fue, nos
pusimos manos a la obra y empezamos mi querido Alejandro y yo con un servicio
de lo mas campechano, todo salía según estaba planeado (porque lo estaba), y la
gente ayudaba a ello, y así ya empezamos a estar en “Nuestra Salsa”,
improvisando, interactuando y haciendo que la gran aventura fuese increíble recíprocamente.
Me estrené con el Menú
1, el que dio vida a todas estas nuevas experiencias, y el cual es ahora mismo
el que más llevo a las casas.
Unas Patatas al
Tomillo, que esta vez las hicimos con dos salsas diferentes. La primera con mi “Salsa
del Trópico picante”, a base de leche de coco y pasta de curry rojo, y para
aquellos que no le gustara el pique una salsa de Foie. De reojo mirábamos Alejandro
y yo desde el garaje y sí…estaban mojando pan…así que tranquilos.
De segundo mi
salmorejo de zanahoria, con mojama por supuesto y con el toque del aceite de
oliva “Nectar Verde” de Zahara de la Sierra, un manjar en crudo. A todos les
sorprendía que un salmorejo sin tomate se acercase tanto al sabor de un
salmorejo tradicional.
Ya ya como ahora ya
sabéis mis migas del mar y la carrillera de castañas. La verdad que con las
migas se sorprendieron. No se esperaban ese color negro, la presentación y
menos un ali oli negro que se escondía tras ellas. Y de la espumosa carrillera,
que os voy a contar, ya un clásico en mis platos, muy contentos y muy sabroso.
Migas del Mar
Espumosa Carrillera de Castañas
Alejandro y yo
encantados, yo más tranquilo y ellos saciados. Qué más podría pedir. Ellos
fueron mi impulso para continuar en esta aventura, pues no es fácil llegar a un
domicilio desconocido y ponerte a invadir su cocina… ¿Qué pensarían en la
primera impresión? Mira qué caras tenemos...
Todos felices y la familia y amigos contentos. Fotitos de despedida y todos encantados. Muchas gracias a todos los presentes.
Casa de Puri y Cristobal
Suerte Antonio en este proyecto!!
ResponderEliminarNos vemos pronto!!
A ti...tambien formas parte de el.
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